Tengo 34 años y mi disautonomía es secuela de un diagnóstico que aún está sin resolver, pero comprender y conocer una de las causas de mi condición, me ha permitido controlar un poco más mis malestares, lo que me ha cambiado la vida. Hagamos visible la Disautonomía para que quienes estén con ésta enfermedad puedan ser diagnosticados correctamente.